Por V:.H:. Raquel Durand Vargas
La
masonería, reconoce la importancia de la formación espiritual del ser humano y
la existencia de Dios como GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO (G:.A:.D:.U:.) Por lo
que requisita que sus aspirantes, sean creyentes, de modo que está vinculada
con lo Divino, sin que se pronuncie por ninguna religión. Durante la Colonia y
el siglo XIX, los hombres de pensamientos progresistas como Benito Juárez,
emancipador de un pueblo que vivió siglos de mansedumbre que derivó en franco
fanatismo producto de la ignorancia y superstición, tuvieron que salir a la
tribuna en pro de los ideales de evolución y transformación que la masonería
proclama y que es motivo de sus enseñanzas y está presente en sus rituales y
que considera a Juárez uno de los hombres de la Reforma Liberal que constituyó
a México entre las naciones civilizadas del mundo.
A
Benito Juárez se le considera ejemplo de perseverancia en la lucha contra las
adversidades, haciéndose grande por sus elevados ideales y triunfo moral sobre
los enemigos de la Libertad y el Progreso. Se dice que tan ilustre personaje,
pudo haberse iniciado en la Masonería en la Logia “Independencia” No. 2 del
Rito Nacional Mexicano en la Ciudad de México o en Oaxaca un 15 de Enero,
aunque otros opinan que fue en Oaxaca en 1833 o 34 en la Logia “Espejo de las
Virtudes” del Rito York, siendo Don Rafael Zoyas Enríquez quien asegura que tal
evento tuvo lugar en la Ciudad de México y afirma: “Juárez fue un masón que perteneció al Rito Nacional Mexicano, en donde
alcanzó el grado 9 equivalente al grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
y fué tan ferviente en la práctica masónica, que su nombre se conserva con
veneración en todos los ritos”
Hay
algunas fuentes que aseguran, que para celebrar la Iniciación Masónica de
Benito Juárez, se habilitó el salón de sesiones del H. Senado de la República
como templo masónico y que fue presidida por Don José María del Río, por
entonces Gran Maestro del Rito Nacional Mexicano, estando presentes grandes
personalidad como Don Valentín Gómez Farías Presidente de la República, Don
Pedro Zubieta (Ministro de Hacienda), Pedro Lemus (Comandante General del D.F.)
Diputados Federales, el Ministro del Tribunal Superior de Justicia y muchas más
personalidades.
También
se dice que Juárez siempre quiso ocupar el sitial de Guarda Templo y ningún
otro, aunque hay quienes aseguran que fue Venerable Maestro por dos ocasiones en
su Logia “Independencia” No. 2. El elevado espíritu Masónico con que condujo su
vida personal, familiar y política y fiel cumplimiento de las leyes
constitucionales. En febrero de 1847 Juárez fue nombrado Vice-Presidente de la
Logia “La Luz”, en 1854 recibió el grado 7 del Rito Nacional Mexicano y en 1871
el Diploma de Gran Inspector General del Rito Escocés Antiguo y Aceptado,
otorgado por el Supremo Consejo de España, habiendo sido también miembro de
honor de la masonería Francesa. Tenemos pues el ejemplo de Benito Juárez como
referencia de conducta masónica aplicada ayer, hoy y siempre a través de su
apotegma sublime “Entre los Individuos como entre las naciones, el respeto al
derecho ajeno es la Paz”.