El 30 de septiembre de 1989 se inicia
una importante etapa en la historia de la masonería Mexicana y en particular la
Tabasqueña, nace la primera Logia Femenina “Armonía Tabasqueña”, en ese
entonces la número 11, Jurisdiccionada al Gran Oriente Femenino de Veracruz.
Por vez primera se abren las puertas de la Gran Logia de Estado “Restauración”,
gracias a la fraternal intervención del Gran Maestro Don Emilio Dupeyron
Salazar. A los 20 años de este trascendental hecho, el 30 de Septiembre del año
2009, las masonas de Tabasco inauguramos nuestra casa, nuestra Gran Casa, el
edificio material de la masonería femenina, en donde trabajamos las Masonas los
Grados Simbólicos y Filosóficos, así como las Jóvenes Ajefistas y la Asociación
“Unidad Liberal” AC, que nos representa en el mundo profano.
A lo largo de estos veinticuatro años
de trabajo masónico, las mujeres que trabajamos a cal y canto, como obreras de
la luz, ahondando pozos a los vicios y elevando templos a la virtud, hemos
continuado en el sendero de trabajo constante y creador; a pesar de las vicisitudes,
de las noches obscuras, de los tragos amargos… la masonería nos da muestra de
la fraternidad y solidaridad humana con la que los masones podemos ser y hacer.
Hoy somos once Logias Simbólicas en Tabasco, dos en Campeche y una en Yucatán;
de la misma forma hemos incursionado en los Grados Filosóficos con una
Delegación Provincial del Supremo Consejo Femenino de México, trabajamos en
cinco Cuerpos Filosóficos en Tabasco.
La incursión de las mujeres en la
Augusta Institución que es la Masonería, así como en muchas esferas del
quehacer humano, ha provocado diversas reacciones, que van desde la sorpresa y
la interrogante por la incursión de las mujeres en los Templos Masónicos; hasta
la estimulante recepción, de los menos, que nos proporcionaron el beneficio de
la duda. Sin embargo, tanto en uno, como en otro caso, o en el de los que se
reservaron su opinión, todo ha sido un acicate para trabajar y practicar los
principios masónicos “Libertad, Igualdad
y Fraternidad”. Hemos presidido las Logias Simbólicas, los Cuerpos
Filosóficos, la Gran Logia y la Confederación, hemos conducido a jóvenes y
realizamos actividades en beneficio de los más necesitados; También hemos
realizado Congresos de Grados Simbólicos y Grados Filosóficos. Pero sobre todo,
nos hemos demostrado a nosotras mismas que la Masonería no solo es la escuela
de las virtudes, sino también la escuela de la verdad que nos permite crecer y desarrollarnos.
Nuestra gratitud para nuestra Gran Logia Madre "Gran Oriente Femenino de Veracruz", en particular nuestra muy querida hermana Doña Rosa Huesca de Santiago y para todos los que de una forma u otra han colaborado, participado o contribuido en nuestros trabajos. De la misma forma, felicidades a todas nuestras hermanas, por el trabajo decidido y comprometido.
Deseamos larga vida a la masonería en
el mundo, larga vida a la masonería en México, larga vida a la masonería en
Tabasco.
Salud Fuerza y Unión